Lo que te puede pasar en 24 horas

Salgo de mi casa a las 11pm para tomar el autobús que me llevaría a Chilchota; 5 minutos después, rojo el semáforo, nos tratan de asaltar a mano armada 3 hijos de puta que salieron de la nada, uno del lado de mi padre, otro de mi lado y uno enfente como para impedir que arrancáramos el coche. ¿Qué querían? No lo sé. El coche, dinero, secuestrarnos... Por un momento me imaginé bajándome del coche y pidiéndoles eso sí, muy educadamente, a los "malosos" que me permitieran sacar de mi cajuela la maleta, la bolsa de dormir y mi material de trabajo necesarios para mi estancia en el municipio. Yo ya me había quitado el cinturón de seguridad... estaba, en verdad, dispuesto a bajarme para dejarlos llevarse el coche, pero por suerte nunca ninguno de los 4 que íbamos arriba llegó a abrir la puerta mientras soportábamos el ojo del cañón de una pistola. No hubo gritos, no hubieron heridos, sólo un hueco entre los coches que cruzaban por delante de nosotros que nos permitió huir de estos hijos de puta. ¡ACELÉRALE, PAPÁ, ACELÉRALE!... ¡¡¡AGACHEN LA CABEZA!!! mientras creíamos dejarlos atrás....................

Llegar a la estación del norte tampoco es muy agradable y menos tener que esperar 2 horas más porque el viaje de las 12:45 no existía. Pero eso fue lo de menos, me esperaba toda una noche de cantatas y serenatas entre sopranos, tenores y contraaltos y alguno que otro desentonado. La opertura es literal, con bolsas de papas y garnachas por ahí a mis espaldas los ejecutantes meten y sacan la mano con tal destreza que no le dejan lugar al silencio. A ratos les acompañan unos murmullos que le dan cuerpo a la melodía a modo de contrabajo y entonces ahora sí empiezan propiamente los cantores, muy jóvenes, pero, muy bien adiestrados en el manejo de su instrumento bucal, a darle vida a este concierto. ¡Con que fervor, pasión, sensibilidad y entrega interpretan la pieza! Incluso hay veces en las que sus voces asemejan violines, tanto a los primeros como a los segundos, y la orquesta se vuelve más numerosa. La pieza entonces llega a su crescendo cuando los violoncelos, lentos, pausados y calmados, se suman a esta algarabía: los ronquidos van y vienen, se acompañan, se complementan, se suman tanto de aquí como de allá, adelante y por atrás, a diestra y siniestra hasta que súbitamente ¡pum!, la primera percusión; la melodía calla por un rato después de un pedo bien tronado por allá al fondo. No soy fanático de la música de cámara, probablemente haya sido un instrumento de viento... y los tosidos las percusiones................

Finalmente llegué al municipio y tan pronto pude me puse a trabajar en lo poco que podría ese día porque unos comuneros acababan de tomar la presidencia unos días atrás, así que a la hora de la comida ya estaba de regreso en casa. Decido salir al jardín para ver al perro del dueño. Siempre está encadenado y siempre suelta la mordida cuando te le acercas, así que cuando lo hace conmigo esta vez, yo todo ofendido lo amenzao con darle una patada y en eso, ¡ZAZ! Que se revienta su correa y tengo grabadísima su carita de desconcierto, no sabía que hacer el perro, siempre está amarrado, pero yo sí sabía qué hacer: ¡CORRER! El dueño de la casa ya nos había platicado de un borracho que siempre jodía a los perros del pueblo, pero que una vez estaba tan ahogado que no se pudo defender y lo mataron los perros. Oh, no, yo no pensaba quedarme ahí paradote, así que le dí la espalda para ponerme a correr lo que me significó una mordida en el culo...................

Pero la noche acabó bien, muy bien tal vez. Una de las chicas que vive en la casa se metió a mi cuarto a escondidas. Abro los ojos y veo una silueta... POR FAVOR QUE SEA ELLA, me quedé pensando y ella no decía nada. ¿QUIEN ERES? Y sin respuesta se tira sobre de mí. POR FAVOR QUE SEA ELLA, ESTOY MUY CALIENTE Y NO QUIERO ARREPENTIRME DE NADA, mientras nos besábamos. SSSHHH, me pedía que no hiciera tanto ruido. SÍ, TIENE QUE SER ELLA SI LE DA VERGÜENZA... O SERÁ LA OTRA Y POR ESO ME DICE "SSSHHH" EN LUGAR DE "CÁLLATE". Más besos y menos ropa. ¿QUÉ ES ESTO? NO PENSÉ QUE FUERA TAN ROLLIZA. Y todo seguía en besos, mmmmmmmm, pues me quito los calzones que eran mi pijama y tomé entonces la iniciativa de algo más serio... al menos más de adultos. Ya arriba de ella le alcanzo a dislumbrar la cara. MALDITA SEAS, PERRA NO ERES TÚ, pensó mi cabeza, pero a mi cuerpo no le importó, dándole las gracias. Así que, aunque al final no fue una plena desconocida, sí fue una desconocida cuando empezamos a tener sexo. Promesa #7 de mi lista de deseos para este 2006, cumplida.