sábado, diciembre 10, 2005

Un viaje muy chingón (Parte I)

La Salida Y La Llegada


Sábado 26 de noviembre del 2005, 10:30 horas, empieza la travesía con alegría y un poco de temor: el Conde está muy grande y no cabía en mi coche, Pano decidió traerse una manta de pluma de ganso (para eso del frío) que bien pudo haber servido de forro para el coche, Pol y Rol con mochilas y yo con chingos de leños para la fogata. Mi coche, un Ibiza que carece prácticamente de cajuela, tuvimos que hacer de todo para que cupiéramos en los dos coches; en el otro iba mi primo con dos amigos de la universidad y Laurita que fue la que se animó a hacer nuevas amistades... la hora fue tentativa, tuvimos que cargar gasolina, buscar una olla, sacar dinero del banco, atravesar medio DF para llegar 2 horas después de lo pactado a casa del Conde... ya saben, puntualidad mexicana, la antítesis de la inglesa.


Después, ¿por qué no? una mani-
festación en la que tuviera fama de la avenida más larga del mundo, la Avenida Insurgentes. No pudimos bajarnos para apoyar la lucha, pero pues sí les tomamos unas fotos en calzones a los viejos, y a las viejas, que andaban totalmente empelotadas, lamentablemente no nos dio tiempo de retratarlas para la posteridad.





Finalmente, ya una vez fuera de la ciudad de México y después de aproximadamente 10,00 horas en el coche, literales, pudimos bajarnos a comer a Real del Monte, pueblo minero por excelencia, del cual se dice se llegó a sacar por muchos años el 25% de la plata mundial anual.


Aquí viene lo bueno. Después de comer teníamos que llegar a Huasca para de ahí tomar la desviación al campamento, no sin antes haber hecho las paradas correspondientes para comprar los hielos necesarios para nuestros chupes de la noche, con los cuales soportaríamos el intenso frío .
... llegar a Huasca no tiene el menor problema, pero cruzándola, 11km de terracería entre choceríos y con señalizaciones como esta, créanme no es tan fácil llegar y menos cuando te cierran el único camino que te conocías. ¿Mi preocupación? Que vendrían dos coches más pero a destiempos. Huachi hasta eso pudo llegar al atardecer, pero a Memo y Juli, que salieron a las 4 de la tarde del DF (obscurece a las 6:30pm), se les ponchó una llanta en el camino... sin comentarios, sólo diré que Juli tiene unos HUEVOTES por aventarse el viaje a obscuras, obscuras en todos los sentidos: de noche, sin conocer, sin señalizaciones, sin gente a quien preguntar...


Pano y mi primo Vic haciendo el tonto. Son Miss agosto y Miss abril respectiva-
mente.






Por cierto, esta casa de campaña, propiedad de mi primo, era de 3 cuartos, o sea, enorme, con chingos de tubos para armar (tantos que al final sobraron) Y NUNCA LA HABÍA ARMADO, y él de los más despreocupado y nosotros con 10-15 minutos de luz, pero la verdad es que la armamos en corto antes de que obscureciera... bueno, la armaron porque yo me dediqué a tomarle fotos al atardecer.