martes, enero 23, 2007

De la Cara de la Ley... de Herodes: o te chingas o te jodes

Los países, o mejor dicho, las ciudades son como los humanos: nacen, crecen, podría jurar que se reproducen y, definitivamente, mueren.

Si la célula es la unidad mínima de un organismo capaz de actuar de manera autónoma, entonces nosotros mismos somos la unidad mínima de las ciudades capaces de actuar de manera autónoma. Dicho de otra manera, NUESTRAS ACCIONES REPERCUTEN EN NUESTRO ALREDEDOR.

Hoy, la Ciudad de México sigue creciendo, y no me refiero físicamente, lo cual también es evidente, sino que la Ciudad de México, al igual que muchas de las ciudades mexicanas, se encuentra en un estado de transición anímico. Es más, me atrevería a asegurar que la Ciudad de México (o DF como algunos les gusta llamarla (que por cierto me parece un término más justo considerando que decidimos ser una república federal)) es meramente un adolescente. ¡El DF es un adolescente y está de insoportable!

Al DF (nótese que no digo ALDF), por ejemplo, no le gusta seguir las reglas, está en su etapa de rebeldía. Aquí todo mundo hace lo que quiere (situación que nos provoca dudar de la libertad de la que tanto presumen los franceses y demás occidentales). ¿Se habrá tomado literalmente la gente ese spot político (que bien hace en criticar El Despotismo Ilustrado), donde dice que nosotros somos "LA CARA DE LA LEY".?