jueves, octubre 26, 2006
miércoles, octubre 25, 2006
El Diablo Viste...
¿Y las verdaderas víctimas de esta complicidad constante? Seis de cada 10 alumnos que no concluyen secundaria con conocimientos básicos de matemáticas. Cuatro de cada 10 alumnos que tampoco los obtienen en español. Una "líder moral" del SNTE más preocupada por empoderar a sus allegados que por educar mexicanos. Un sistema educativo que cuesta mucho pero que rinde poco, sobre todo cuando se le compara con el de otros países de la OCDE. Una visión de la educación centrada más en la cobertura que en la calidad. Una política educativa uniforme para un país que no lo es. Una "descentralización educativa" que sólo le entrega nóminas y edificios e instalaciones de las escuelas a los estados, pero no les otorga control sobre la política laboral. Un grupo de maestros cuyo ingreso promedio está muy por encima del resto de los mexicanos. Un sindicato beligerante que exige más recursos pero no parece dispuesto a modernizarse para conseguirlos. Todo aquello que describe Eduardo Andere en el libro La educación en México: un fracaso monumental.
Y peor aún: una educación que no le permite a México competir y hablar con el mundo. Una educación que crea ciudadanos apáticos entrenados para obedecer en vez de actuar. Entrenados para memorizar en vez de cuestionar. Entrenados para aceptar los problemas en vez de preguntarse cómo resolverlos. Entrenados para hincarse ante la autoridad en vez de llamarla a rendir cuentas. Allí están, millones de niños mexicanos, coloreando figuras de héroes mexicanos muertos, aprendiendo historias de victimización, rindiéndole tributo al pasado antes de pensar en el futuro. Una educación a base de mitos que buscaron construir una identidad nacional y lo han logrado: México, el país que produce empleados en lugar de emprendedores. México, el país que produce personas orgullosamente nacionalistas, pero educativamente atrasadas. México, el país que enseña a sus habitantes a lidiar con un entorno que ya no existe. México, el país donde Elba Esther Gordillo se viste a la moda pero millones jamás lo lograrán.
viernes, octubre 13, 2006
Día de Luto
Octubre 12.
Quiero vivir en América
quiero morir en América
quiero ser libre en América
me van a matar en Américaaaaaa
El V centenario,
no hay nada que festejar latinoamericano
DESCORAZONADO
hijo bastardo de colonias asesinas
cinco siglos no son para fiesta celebrando
la matanza indígena
ooooooooh, oh, oooooooh, oh
Cuantos estandartes en las carabelas cruzando océanos,
la decadencia Hispanoamérica se viste de fiesta
celebrando la matanza indígena
taaa ta taaa ta taaa ta
No hay nada que festejar Juventud de América,
no debemos festejar colonia imperialista
tenida de sangre
.sangre nativa
.sangre de la tierra
Donde el indio nació y no pudo conservar
donde el indio murió y creció en sueños de libertad
No hay nada que festejar
FABULOSOS CADILLACS
martes, octubre 10, 2006
El Encuentro de Dos Mundos
De ropas veraniegas y con palabras que el castellano no entiende, tres güeros preguntan a un grupo de prietos por "la biblioteca".
- ¡Pucha! - Exclama alguno mientras los otros se miran entre ellos. Estarán hurgando en sus cabezas toooooodo el acervo bibliográfico del que cuenta la UNAM para, supongo, mandarlos a estudiar.
... ellos, discuten entre ellos...
... ellas, se dan un taco de ojo. Dos de plano hablan a susurros entre risa y risa; la otra no puede quitar la vista de tanta belleza aria...
- Ha de ser la general, allá hay más libros.
- No seas pendejo, que no ves que está diciendo que está para allá - dice el que se cree jefe del grupo.
- Pues pa'llá está el Instituto de Ingeniería - dice el distraído que también es el más chaparro.
- Y ¿a poco les ves cara de ingeniero a estos? - Truena la boca- Han de querer ir a la de ciencias, seguro están buscando mota.
- Mira quién es el pendejo, eso es en Filo's.
- Pues yo traigo verde si es lo que quieren - Entonces no ES distraído el chapparro, solo ANDA distraído.
¿A qué biblioteca los habrán mandado mis mexican paisanos?
Fachada sur de la Biblioteca Central, que curisamente simboliza la época colonial mexicana o la fusión de dos mundos.